Impulsadas por la explosión del uso de teléfonos inteligentes en todos los aspectos de la vida cotidiana, las empresas y las instituciones financieras ven los beneficios de ofrecer una forma de llevar la información [payment] en esos teléfonos por medio de carteras digitales. A medida que la gente aumenta sus compras a través de sus teléfonos, se requieren fuertemente nuevas formas de pago móvil. La tecnología conocida como cartera digital permite a los consumidores transferir dinero electrónicamente desde cuentas personales para pagar bienes o servicios usando una variedad de programas. Además, las carteras digitales pueden acumular información de tarjetas de fidelidad y [coupons] digitales. Esta solución financiera, también llamada e-wallet, ofrece a los clientes un medio de pago rico en funciones, seguro y conveniente.
La premisa básica de la e-wallet para almacenar información de pago de los consumidores de forma segura y compacta ha traído una amplia variedad de opciones digitales para los compradores que desean reemplazar la cartera tradicional. Por otra parte, las carteras digitales dan un potencial [boon] a las compañías que recogen y procesan datos de los consumidores. Cuantas más empresas conozcan los hábitos de compra de sus clientes, más efectivamente pueden comercializar para ellos. La pérdida de privacidad es la única desventaja para los consumidores de la e-wallet por ahora.