La crisis Energética Europea y su Impacto en la Economía y el Euro
La energía es un sector clave y estratégico para la economía de la UE y es fundamental para reforzar la posición global del euro. Por lo que, la actual crisis energética europea representa un desafío para la estabilidad económica de la región.
¿Qué ha ocurrido?
Tras las primeras sanciones europeas a Rusia, por su invasión a Ucrania, comenzó la reducción del flujo de gas ruso al continente, seguido por una nueva disminución por parte de Rusia de los envíos de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 al 20% de su capacidad, hasta que fue interrumpido por completo tras los sabotajes de septiembre.
Estas acciones han demostrado que las entregas de gas ahora son un arma de guerra, que ha acentuado la desaceleración económica, provocando escasez de energía, alta inflación y altos precios que ya estan impactando en la industria de alto consumo energético, poniendo en riesgo la competitividad de la región.
¿Qué medidas se han tomado para reducir el impacto de los altos precios de la energía en la economía de la zona Euro?
Más allá de los recientes aumentos de tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) con el propósito de contener la alta inflación, los distintos gobiernos han implementado subvenciones a hogares e industrias para hacer frente al creciente costo energético, mientras centran nuevos esfuerzos en llenar las reservas nacionales de gas a fin de cubrir las necesidades del invierno, a partir de la importación de gas noruego y gas natural licuado (GNL), sumado a pequeños aumentos en el suministro de Argelia y Azerbaiyan.
Además, la instalación de nuevas unidades flotantes de almacenamiento y regasificación en Alemania e Italia mejorará el suministro, pero no estarán operativas hasta mediados de 2023.
Adicionalmente, el 20 y 21 de octubre de 2022, los líderes de la UE pidieron al Consejo y a la Comisión que presenten urgentemente decisiones concretas sobre medidas adicionales, que incluyen:
- Medidas locales para frenar la demanda,
- Compras voluntarias conjuntas de gas,
- Un nuevo índice de referencia de gas complementario,
- Un corredor de precios dinámico temporal en las transacciones de gas natural,
- Un marco temporal de la UE para limitar el precio del gas en la generación de electricidad.
¿Cual es el escenario Técnico para el Euro y el índice Euro50, como indicador de la salud económica de la región?
El euro y los Índices europeos han estado bajo presión durante todo el año, no sólo por el impacto de la guerra, la crisis energética y la inflación, sino además por la fortaleza del USD ante agresivos aumentos de tasas de interés por parte de la FED.
La relativa calma del mercado debido a que las reservas de gas europeas estan llenas en un 95,4% según Reuters, la Inflación ha mostrado moderada reacción a las medidas del BCE, además de que se esperan nuevos aumentos de tasas, han permitido que el euro y los indices europeos se fortalezcan desde octubre.
En este contexto, observamos el par EUR/USD con un rompimiento del límite superior del canal bajista y alcanzando la resistencia de septiembre en 1.0198, una importante zona de venta del mes de septiembre que podría reactivar a los osos del par, si la zona no es rota, provocando un nuevo descenso al menos hacia el límite superior del canal roto en el corto plazo y el actual soporte de noviembre en 0.9727 de forma más extendida.
Sin embargo, el quiebre de la resistencia 1.0198 y la zona de venta seguirán fortaleciendo a los alcistas que buscarán la próxima zona de oferta alrededor de 1.0354, soporte de julio y resistencia de agosto, desde donde los vendedores volverán a estar activos.
El EU50, por su parte desafía la zona de venta de junio y agosto desde donde podríamos ver un retroceso al menos hacia los 3.683 y 3.490. Sin embargo, el rompimiento de la zona de venta indicada, alentará a los toros a continuar hacia los máximos de abril y marzo en los 4.000, si continúa el optimismo.
¿Qué podría ocurrir en 2023?
La combinación de factores de oferta y demanda seguirá pesando sobre el sentimiento de mercado. Las reservas de gas podrían agotarse a principios del 2023 y para alcanzar nuevamente el 95% para el otoño de 2023 se requerirá una mayor demanda, en un mercado con dificultades para satisfacerla, exacerbando la crisis de precios.
Sin embargo, es probable que el impulsor de los precios sea la demanda que se verá reducida en busca de otras alternativas como el carbón y el diesel, además de la caída del consumo industríal por las presiones económicas y de inflación energética. Perdiendo competitividad y confianza en la región y lastrando nuevamente al euro y los Indices.